jueves, 10 de enero de 2013

técnicas y destrezas para la resolución de conflictos


PREVENCIÓN Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Las investigaciones indican que la conducta violenta o agresiva suele aprenderse a una edad temprana. Sin embargo, los padres, familiares y otras personas que cuidan niños pueden ayudarles a aprender cómo enfrentar sus emociones sin usar la violencia. Los padres y otras personas pueden también tomar medidas para reducir o minimizar la violencia.
Algunos de los pasos que pueden seguir los padres para evitar conductas violentas en sus hijos son:
Brindar amor y atención constante a sus hijos
Cada niño necesita una relación fuerte y afectuosa con un padre u otro adulto para sentirse seguro y desarrollar un sentido de confianza. Hay menos probabilidad de que se desarrollen problemas de conducta y delincuencia en niños cuyos padres participan en sus vidas, en especial a una corta edad.
Asegúrese de que sus hijos sean supervisados
Los niños dependen de sus padres y familiares para recibir aliento, protección y apoyo a medida que aprenden a pensar por sí mismos. Sin la supervisión adecuada, los niños no reciben la orientación que necesitan. Los estudios indican que los niños sin supervisión suelen tener problemas de conducta.
Anime a los niños en edad escolar y mayores a participar en actividades extracurriculares supervisadas como equipos deportivos, programas de tutoría o recreación organizada. Inscríbalos en programas comunitarios locales, en especial aquellos dirigidos por adultos cuyos valores usted respeta.
Muestre a sus hijos conductas adecuadas con su ejemplo
Los niños suelen aprender siguiendo un ejemplo. La conducta, valores y actitudes de los padres y hermanos tienen una gran influencia en los niños. Los valores de respeto, honestidad y orgullo de su familia y las tradiciones pueden ser fuentes importantes de fortaleza para los niños, en especial si se enfrentan con presiones negativas de otros niños de su edad, viven en una zona violenta o asisten a una escuela en una zona peligrosa.
La mayoría de los niños actúan agresivamente a veces y pueden golpear a otra persona. Hay que ser firme los hijos con respecto a los posibles peligros que implica una conducta violenta., pero también es muy importante elogiarlos cuando resuelvan problemas en forma constructiva y sin recurrir a la violencia. Es más probable que los niños repitan las buenas conductas cuando son recompensados con atención y elogios.
Sea consecuente con las reglas y disciplina
Cuando establezca una regla, aténgase a ella. Los niños necesitan una estructura con expectativas claras para su conducta. Establecer reglas y luego no hacerlas cumplir resulta confuso, esto puede suscitar que los niños se salgan con la suya.
Para establecer las reglas, los padres deben hacer participar a los niños siempre que sea posible. Hay que explicarles qué se espera y cuáles son las consecuencias de no seguir las reglas.
Mantenga la violencia lejos de su hogar
La violencia en el hogar puede causar miedo y ser dañina para los niños. Los niños necesitan un hogar seguro y lleno de afecto donde no tengan que crecer con miedo. Un niño que ha visto violencia en su hogar no siempre se vuelve violento, pero hay más probabilidad de que trate de resolver los conflictos a través de la violencia.
Procure que sus hijos no vean demasiada violencia en los medios de comunicación
Un informe publicado a comienzos de este mes confirmó nuevamente que ver demasiada violencia en televisión, en las películas y en los videojuegos puede tener un efecto negativo en los niños. Un padre puede controlar la cantidad de violencia que sus hijos ven en los medios de comunicación mediante el control de los horarios, de los programas que ve el niño etc.
Ayude a sus hijos a oponerse a la violencia
Hay que enseñar a los niños a oponerse a la violencia. Enseñarles a responder con palabras firmes pero manteniendo la calma cuando otros insultan, amenazan o golpean a otra persona. Ayudarlos a aceptar y llevarse bien con otras personas de diversas razas y origen étnico.
Cuando nos encontramos ante una situación violenta, debemos utilizar las técnicas adecuadas para intentar solventarla e intervenir de tal manera que se eliminen este tipo de conductas en un futuro. Para conseguir este fin podemos utilizar técnicas de resolución de conflictos. 

Una buena intervención en estos términos podría incluir:
- Solución del problema: Reunión cara a cara de las partes en conflicto, con el propósito de identificar el problema y resolverlo por medio de una discusión.
- Metas superordinales: Crear una meta compartida que no se podría lograr sin la cooperación de ambas partes.
- Allanamiento: Minimizar las diferencias mientras se enfatizan los intereses comunes entre las partes en conflicto.
- Modificación de comportamientos: Uso de técnicas de modificación del comportamiento, para modificar actitudes y comportamientos que ocasionan el conflicto.
- Modificación de las variables estructurales: Cambio de la estructura del grupo y los patrones de interacción de las partes en conflicto.
- Negociación: proceso de combinación de diferentes posiciones para llegar a una sola decisión conjunta. Dos partes de un conflicto intercambian opiniones y se formulan mutuamente propuestas de solución. A pesar de tener intereses en conflicto, poseen también una zona de conveniencia mutua donde las diferencias pueden resolverse. Tiene lugar directamente entre las partes, sin ayuda ni facilitación de terceros.

Para que una negociación tenga lugar es necesario la existencia de:
- Un campo común de intereses.
- Por lo menos dos partes.
- Información específica, diferenciada para cada parte.
- La intención de las partes de resolver el conflicto ganando lo más posible.
- Comunicación.

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